Guisado de culebra y suflé de gusano, platos de un "El Dorado" gastronómico

Guisado de culebra y suflé de gusano, platos de un "El Dorado" gastronómico

Caracas, 30 oct (EFE).- Los tesoros de la cocina venezolana se pueden degustar este fin de semana en el IX Salón Internacional de Gastronomía (SIG) de Caracas, donde sobresalen recetas amazónicas como el suflé de gusano o el guisado de culebra, entre apuestas más tradicionales como la arepa o el cacao.

Como la ciudad cubierta de oro en la que soñaban los europeos, la actual edición del SIG reivindica el mito de "El Dorado" como metáfora de los tesoros gastronómicos escondidos en los distintos países de América Latina, entre ellos Venezuela.

"El futuro de la gastronomía está en América Latina", ha dicho en distintas ocasiones el célebre cocinero español Ferran Adrià.

Y en esta frase se asienta el Salón Gastronómico de este año en Caracas, en el que se combinan ponencias sobre ingredientes criollos como el maíz, el plátano o el ají, junto con demostraciones culinarias de reconocidos cocineros con estrellas Michelin como el argentino Mauro Colagreco o el español Pepe Solla.

"Falta mucho para que la cocina venezolana dé el salto internacional, pero si trabajamos para ese fin, lo podemos lograr. Aunque, definitivamente, debe ser un tema de Estado", dijo a Efe la chef venezolana Ana Belén Myerston, del restaurante Mocambo.

Desde el estado Amazonas, Nelson Méndez está aportando su grano de arena para elevar la categoría gastronómica del país con una apuesta de autor que mezcla tradición con vanguardia francesa.

En su restaurante Shamán, en Puerto Ayacucho, a orillas del Orinoco, se pueden degustar platos amazónicos tan originales como tequeños de gusano de moriche, jamón de chigüire, el roedor más grande del mundo, o 'crème brûlée' de túpiro (un fruto tropical), todo previamente bendecido por un chamán.

"Hace 20 años sentíamos pena (vergüenza) de lo nuestro, de nuestra comida, hasta el punto de que a los indígenas les daba vergüenza hablar su lengua y mal hablaban el español. Pero ha habido una transición, afortunadamente", afirma el cocinero de etnia Bare.

Mientras degustaba un gusano de su propio criadero, Méndez se felicitó de que se haya conseguido dejar atrás el cliché del "indio come-arañas o come-gusanos" para aceptar que "productos atroces en esencia" puedan transformarse en platos de "presentación y sabor totalmente distinto".

"El gusano sabe a palmito y calabaza; los indígenas amazónicos lo comen antes de ir a cazar porque tiene muchas vitaminas", destacó.

Méndez dijo que lo más extraño que cocinó hasta el momento fue una "culebra tragavenado", una serpiente de hasta seis metros de largo y tan ancha como para comerse a un ciervo.

"Todavía no estamos del todo preparados para la comida amazónica, aunque hay una curiosidad por parte de la gente que acaba sorprendida con la presentación y, finalmente, enamorada del sabor", destacó.

En otra línea trabaja el chef Argelio Ramírez, quien pretende elevar la comida más emblemática y popular en Venezuela, la "arepa" -un torta de masa de maíz que se rellena de distintos productos- en un producto gourmet.

"La 'arepa pelá' se internacionalizará", aseguró el cocinero, que apuesta por una masa mezclada con polvo del tradicional "pabellón criollo", combinación de caraotas (frijoles), carne mechada y queso rallado o plátano.

Otros emprendedores, como Isabel García, apuestan por productos venezolanos de fama mundial como el cacao.

Desde hace dos años, esta caraqueña lleva adelante una línea de bombones rellenos de productos típicamente venezolanos como el limón criollo o la parchita (maracuyá).

"Nos va bastante bien", se congratuló García.

Más de un centenar de puestos se distribuyen desde el viernes por el espacio de la feria, situada en un centro comercial del este de Caracas, entre los que destaca la emblemática productora de ron venezolano Santa Teresa, que ofrece cocteles gratuitos a los visitantes, en una lista de 20 catas o degustaciones diarias.

Desde la organización del evento, a cargo de la revista gastronómica "Exceso, Cocina y Vino", calculan que alrededor de 25.000 visitantes acudirán al salón hasta su clausura el domingo.