La empresa desarrolla en Reno, Nevada, un modelo business que costará alrededor de 100 millones de dólares. Las primeras pruebas concretas comenzarían en 2019. Será fabricado principalmente con un compuesto de fibra de carbono, apostará a reducir el consumo de combustible y tendrá una cabina de lujo para 12 pasajeros.
Por su parte, Aerion -asociada a Airbus- lanzó su modelo AS2, que volará a 1.958 kilómetros por hora utilizando la tecnología supersónica que patentó la compañía. Llegará a una velocidad casi tan alta como la del ya desaparecido Concorde, que alcanzaba 2.200 km/h.
"También exploramos nuevas técnicas para escapes de bajo ruido, integrando hélices, armazones y sistemas computarizados que suprimen sonido", señala la compañía.
El tema es muy sensible porque se trata de uno de los motivos que demoran el uso de esta tecnología: "Una de las razones por las que no tenemos vuelos supersónicos comerciales es por el impacto ambiental derivado de los vuelos a alta velocidad", explica Michael Buonanno, ejecutivo de la compañía a cargo del proyecto NASA N+2.
Una de las empresas que se plantea la idea es Lockheed Martin, que con su modelo N+2 proyecta llevar 80 pasajeros a través de los Estados Unidos propulsados por un jet de triple configuración: un motor estará sobre la nave y otros dos en cada ala, para reducir el llamado "sonic boom", el ruido que se genera cuando un objeto se desplaza a mayor velocidad que el sonido.
Si la iniciativa se concreta, paulatinamente comenzará ser natural llegar desde Nueva York a Los Ángeles en dos horas y media. O desde Londres a Nueva York en apenas tres.
Aunque las empresas consideraban que los nuevos aviones supersónicos serían ideales para tentar a las empresas y los clientes que puedan pagar el costo de llegar a destino en tiempo récord, ahora se plantean llevar la tecnología emergente a los aviones de pasajeros de la clase turista.
LOS AVIONES DEL FUTURO PROMETEN REDUCIR EL TIEMPO DE VIAJE A LA MITAD
La nueva generación de aeronaves supersónicas de pasajeros apunta a emular al Concorde y acortar dramáticamente la duración de los traslados, pero sin afectar el medio ambiente.
La nueva generación de aeronaves supersónicas de pasajeros apunta a emular al Concorde y acortar dramáticamente la duración de los traslados, pero sin afectar el medio ambiente.
Las semillas de quinoa son un alimento fundamental para los países andinos desde hace siglos. Sin embargo, es ahora cuando han saltado a la opinión internacional convertidas en un alimento de propiedades incontables: alta concentración de proteínas, rica en fibra y vitaminas... Por este motivo, la FAO la nombró 'alimento del año 2013' y la considera un ingrediente clave en la erradicación del hambre en el mundo. ¿La peor parte? Debido a su reciente popularidad, el precio de la quinoa se ha elevado en sus países de origen, de modo que esta semilla se ha vuelto prácticamente inaccesible para aquellas comunidades que llevan años empleándola como alimento básic
Las semillas de chía poseen una propiedad que los convierte en la nueva 'superfood' de moda: contienen más ácidos grasos Omega-3 que el salmón, además de ser una gran fuente de hierro, fibra y calcio. No obstante, no existen aún estudios consistentes que demuestren sus 'superpoderes' más allá de su alto valor nutricional.